lunes, 10 de noviembre de 2014

Inconformista

Las historias a medio acabar que tengo,
Las vidas de los personajes que he dejado en vilo,
Y sus finales.
Porque todos quieren final.
Y que sea feliz.
Nadie piensa en que la chica gris
Tal vez no quiere ser rosa,
Ni azul,
Ni ningún otro puñetero color.

Tal vez el chico que escribía poemas en silencio,
Le gusta que sólo resuenen esas palabras en su cabeza,
Que nunca leerá la chica del pelo largo y suelto.
Que tocaba el piano,
O que quizás solo lo hizo en sueños.
Pero dejadles en paz.
Ya tienen suficiente conmigo.

Nadie comprende el disgusto de la lluvia
Que siempre la utilizan para escenarios tristes;
Nadie piensa en el jodido café
Que está cansado de que siempre sea amargo.
Y los que se olvidan,
De que los versos sin rima también son bonitos;
Que no hace falta una sonrisa triste
Para robar un beso.

Pero ya lo dejo,
Soy así, como mis historias,
Inacabada, incompleta
Y sobre todo
Inconformista con los finales.
Como el de este verso,
Como el de todos los versos que escribo.


sábado, 1 de noviembre de 2014

Tinta invisible

He dejado de escribir
Como si eso demostrara que ya no lo necesito.
Es totalmente incierto,
Sigo escribiendo
En todos esos lugares infranqueables.
Con tinta invisible,
He llegado a pedir salvación
Pero todos llevan antifaz,
Y nadie presta atención.
En los cristales de los escaparates,
En los espejos de los coches veloces,
En la mirada de la señora triste del bus,
En tu mirada que hace mi escritura ilegible.
Y la verdad es,
Que son el mejor y más sincero papel,
El más inspirador
Y a la vez,
Cruel.
Pero ahora de nuevo, he vuelto a caer,
En un papel mucho más vacío e inerte
Pero que aún así es capaz de recordarme,
Mejor que cualquier gran espejo,
Que sigo siendo yo.
Sin escapatoria.