sábado, 30 de agosto de 2014

Ganas de arrasar

A veces somos tan humanos que cuando escucho a alguien decir "Yo no tengo sentimientos" o "Yo no creo en el amor" me parece tan ridículo que sólo me apetece darle un abrazo de consolación.
No es el amor lo que les asusta, son las personas y sus ganas de arrasar con todo.

A veces malinterpretan todo lo que conlleva esa maldita palabra, la usan a la ligera o se la toman demasiado en serio. La rompen, la despedazan, la usan mal porque nadie ha sido capaz de decirles que así no es. Y nos hacemos daño, unos a los otros, para llegar a la conclusión y contar con los dedos las personas que no nos han hecho daño. Imbéciles. Que la palabra "amor" refleje algo bueno no significa que sea inmune al daño. El amor será lo que más daño te haga y lo que más te haga vibrar. Y tratamos de darle una explicación sin darnos cuenta que lo que parece más complicado en realidad tiene una explicación sencilla. Y esa explicación no se encuentra en los libros ni en las palabras. Está en nosotros y en saber elegir quién prefieres que te haga daño; alguien con quien sólo te gusta follar o alguien con quien te gusta follar y además te hace escribir sobre ello.  

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