He visto personas
desconocidas,
Mirándome con
intriga,
Quizás deseo y otras
Como una total
forastera desconocida.
En las ciudades he
visto parejas que se besaban
Sin quererse
Y amigos que se
deseaban como parejas.
He pisado calles de
tu mano,
Sintiéndome totalmente
protegida.
He visto edificios,
preguntándome
Quien estaría
discutiendo
Y quien haciendo el
amor.
Me he imaginado
saltando tejados,
Volando sobre las
nubes negras
Y cayendo al suelo
sobre el asfalto.
En las ciudades, me
he sentido perdida;
Minúscula hormiga que
cualquiera podría pisotear,
Rodeada del mundo
sintiéndose sola.
Pero sobre todo, he
visto miradas que jamás volveré a ver
Que se clavan en
segundos
Y nunca recordaré.
Lo que sé de las
ciudades a mi edad;
Ya sea Madrid, Barcelona
o París,
Es que en todas
Me perdería contigo.
He leído esta entrada unas cinco veces seguidas, y las que quedan. No sé qué es lo que tiene que me llega tanto... sentimiento, quizá. Qué más da, el caso es que tienes una nueva lectora. Y que te leeré con mucho gusto.
ResponderEliminarYo tampoco sé que haceis que me alegrais el día cuando me poneis un comentario así. Muchisimas gracias bonita, siempre te agradeceré que me leas.
EliminarNunca me cansaré de leer esta entrada, sigue erizandome la piel, y haciendo que sonría, igualmente nunca me cansaré de leerte. Transmites mucho.
ResponderEliminar¡Un beso!
Esta noche me he parado un poco más para meterme dentro de tu mundo creado con palabras. Y sin lugar a dudas me quedo con esta entrada de otras tantas que he leído. El título me llamó: ciudades. Allí estoy yo. Yo, y no ermitaño en la ciudad que a veces deja de ser ermitaño para intentar abrazar con letras, a otras letras muy bonitas.
ResponderEliminarY este es su abrazo. El del ermitaño, y el mio, espero que te llegue como merece, un beso. :)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminar