miércoles, 12 de febrero de 2014

Rutina, eso a lo que llaman vida

Mi día comienza por la noche, cuando de verdad vivo. El resto solo me dejo llevar por la monotonía y por las obligaciones.
Me arrastro a la ducha y desconecto de todo y de todos, hago lo que de verdad quiero hacer y después, hago el intento de dormir sin pensar que hay un mañana. Solo soñar. A veces, por suerte, llueve y puedo dormir mejor. O no.
De repente, suena ese ruido que todos odiamos. El sonido del comienzo del, supuestamente, nuevo día. Ni nuevo día ni mierdas. Empieza lo de siempre. Te vistes o haces el intento, piensas en todas las cosas que te vienen hoy (malas), te arrastras, como siempre a dejar que el día pase.
Termina la media jornada. Como siempre, nada nuevo y todo malo.
¿Estoy bien o mal? ¿Soy feliz? No puedo responder, porque ni me aguanto ni tengo tiempo para hacerlo.
Llego, y de nuevo, la misma rutina de siempre. Pienso en lo que me gustaría hacer y no puedo; leer, escribir, estar con mi familia, mis amigos, salir, hacer deporte. Pero no debo; porque tengo que trabajarme el futuro, porque después lo agradeceré, porque ahora es el momento… ¿Y mi presente? ¿Cuándo disfruto de él? Contrariedades de la vida. Así es mi vida. Una contrariedad, en la que he llegado a sumergirme tanto que ni yo me misma me encuentro. Y para qué describir el resto del día, pienso, si siempre es lo mismo.



1 comentario:

  1. La misma rutina que te va quitando las cosas que realmente quieres hacer. ¿Por qué nunca hacemo rutinas de cosas que nos gustan?
    Una mierda de rutina tenemos casi todos, no te preocupes. Y en el único momento en que podemos hacer algo que es por la noche, o estamos demasiado cansados o ya no se puede hacer...

    Un abrazo de la Chica Miserable.

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